La colaboración con la artista singapurense Mary Bernadette Lee es el alma de este proyecto. Sus etiquetas pintadas a mano van más allá de un simple diseño: capturan el espíritu del vino y el paisaje de cada región vinícola, transformando cada botella en una experiencia visual tan profunda como la propia cata.

Inspirada por el lenguaje y la simbología de Joan Miró, Mary ha creado un universo artístico que expresa emociones y refleja la conexión entre la naturaleza, la cultura y la vinicultura.

Cada etiqueta nace de sueños e interpretaciones, tanto personales como profesionales, otorgando a cada vino una identidad única y especial. Los colores, las formas y las texturas de cada obra hablan de la pureza y autenticidad del vino que visten. 

«Cada obra no solo embellece nuestras botellas, sino que invita a soñar, a sentir y a descubrir algo nuevo con cada mirada.»